Test Footer


8 nov 2016

Ley electoral: I. D'Hondt y Manoliño O Peixoto

Hasta la guerra de la Independencia Manoliño "O Peixoto" era marinero que pescaba en el Gran Sol y frecuentaba puertos ingleses lo que le permitió aprender un inglés de subsistencia. Su padre, de quien recibiera el mote, Peixota es merluza en gallego, era el encargado de las subastas a la baja en el puerto de Celeiro (Lugo). Ferviente republicano también era nacionalista. Durante la Guerra de la independencia defendió la Constitución de Cádiz y colaboró con el General Moore del que fue intérprete. El Mariscal Dupont honró a su víctima con un Mausoleo que tiene en la Coruña. ¡Tiempos aquellos en que la dignidad del vencedores honraba al vencido! 
Al reinstaurar la dictadura monárquica el Borbón traidor, huyó a Inglaterra y siguió luchando contra Napoleón. Marcó el camino que seguirían tantos republicanos en 1939 en su lucha contra Hitler una vez derrotados en España. Participó en la batalla de Waterloo donde fue herido; en su convalecencia conoció a la que sería su mujer. Su única hija andando el tiempo casaría con un abogado, Victor D’Hont que terminó siendo profesor de derecho civil y fiscal en la Universidad de Gante. Este apreciado jurista legó a la humanidad la regla D’Hondt que adaptó el sistema de subasta que el padre de su suegro usaba en Celeiro para subastar el pescado al caso del reparto de escaños a partir del dato del dinero, "votos", de cada partido.
        Veamos un ejemplo sencillo en una circunscripción donde se eligen tres Diputados. Los cuatro partidos principales obtienen A: 70.000, B: 60.000, C: 30.000 y D: 24.000 votos. Sin ser muy avisado con los números está claro que el partido A se llevará dos Actas , el partido B una y ahí se acaba el reparto. El partido C con sus 30.000 votos no tiene bastantes para logar una y menos aún el partido D. Este reparto fácil de hacer mentalmente se complica al aumentar el número de Actas. Aquí intervino Victor acomodando  el método que su suegro empleaba en la lonja de pescado de Celeiro a este caso donde no hay puja porque todo el mundo sabe cuanto dinero, "votos", tienen los demás; en consecuencia hay una regla de reparto basada en el mismo procedimiento. La regla - ¡jamás una ley! – dio fama adicional a su autor, pero yo reivindico el honor de mi paisano, Manoliño Peixoto, que creo que lo tiene merecido al menos como su "autor intelectual”.
Veamos como ambos métodos, son el mismo, dan el mismo resultado. Manoliño empieza a subastar 80.000, 79.999, 79.998 …. Al llegar a 70.000 el representante del partido A puede comprar esa Acta pero entonces sólo obtendría un Diputado al gastarse todos sus votos; por ello deja que la subasta siga bajando: 60.003, 60.002, 60.001, 60.000. Al llegar a este punto el representante del partido B que ya sabe que solo puede obtener un Acta de Diputado puede comprarla por 60.000 votos para luego presumir lo cara que la ha pagado o puede esperar y dejar que baje la puja. 35.003, 35.002, 30.001. Al llegar a 35.000 el representante del partido A puede "comprar" sus dos Actas o esperar a que siga bajando su precio; 30.003, 30.002, 30.001. Llegados a este valor si los representantes de los partidos A y B no hubieran "comprado" las Actas deberían comprarlas a 30.001 porque si esperan a que baje a 30.000 el representante del partido C puede levantar la mano antes que alguno de ellos y  “birlarles” el Acta pues él ya puede "comprar" un Acta con sus 30.000 votos.
Cuando se sabe cuanto dinero, “votos”, tienen los demás no cabe la puja sino el reparto y lo que hizo el Profesor D’Hondt fue elaborar su regla, no una ley, que ni lo fue ni lo será nunca. Se trata de una especie de cuenta de la vieja aritmética que consiste, como sabe todo el mundo, en hallar los cocientes entre los votos y el número de Actas que hay que repartir y atribuir un Acta a cada partido siguiendo el sentido descendiente de los cocientes hasta repartirlas todas (Tabla 1)
Partido /divisor
1
2
3
A
70.000
35.000
23.333
B
60 000
30.000
20.000
C
30.000
15.000
10.000
D
24.000
12.000
8.000
Se suele decir, la primera Acta para el partido A, la segunda para el partido B y la tercera para el partido A. La realidad es que a todos se les adjudican a la vez al mismo valor que es 30.001 votos. Al  partido A le sobran 9.998, al B 29.999 votos, al C y al D le sobran todos los que obtuvieron porque con ellos no han logrado conseguir el mínimo necesario para poder "comprar" un Acta.
Ojalá les haya entretenido la historia de mi paisano Manoliño Peixoto y hayan leído toda la explicación. Me disculpo por este truco para incentivar su lectura. Manoliño Peixoto nunca existió.

0 comentarios:

Publicar un comentario