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5 nov 2016

La “Seguridad Económica” descansa en la “Seguridad Social”: I. Bismarck: el ejemplo de la historia

El Canciller Bismarck debería ser un ejemplo a seguir por la derecha más o menos reaccionaria, C’s y partidos nacionalista incluido el PP, a la que él como noble terrateniente pertenecía. Necesita abandonar sus tesis económicas que incentivan el beneficio del empresario basado en la explotación del trabajador: reducción del salario, incremento de la jornada laboral y pérdida de los derechos sociales. Que ocurra legalmente tras las reformas del “quinquenio negro” o ilegalmente. El Gobierno no persigue la contratación ilegal porque es parte de su forma de “gobernar”. Es el gobierno B.
Bismarck fue un latifundista inteligente, fue un hombre culto y serio que creó Alemania de un minúsculo Estado: Prusia. Ejerció como abogado y mientras explotaba sus posesiones adquirió una profunda cultura que le permitió ser un estadista.  Entró en política en el ala conservadora donde su actividad y formación lo convirtió en su líder. Frente a las revueltas sociales de 1848 fue defensor de los latifundistas, la nobleza y el rey. Años después sería nombrado Primer Ministro de Prusia aunque él creía que la República era la única forma decente de estado. Emprendió una política militarista de invasión de sus vecinos expandiendo los límites de lo que ha llegado a ser la Alemania que hoy conocemos. En su ámbito doméstico se opuso a la extrema derecha reaccionaria abanderada por los católicos con su lucha por la cultura, Kulturkampf, y a la izquierda socialista pues su política era de tinte conservador. Inicialmente opuesto a la unificación alemana, temía el carácter reaccionario de la confederación católica del sur, al final sería su creador. Se opuso a Guillermo II que como Alfonso XIII tuvo delirios de grandeza coloniales. Cayó en “desgracia del rey” porque una monarquía parlamentaria no es por ello una democracia; al ser cesado abandonó la política y volvió a administrar sus posesiones.
Pese a su talante derechista vio que el camino de la represión de las necesidades del pueblo no era correcto y así dijo “la superación de los males sociales no puede encontrarse exclusivamente por el camino de reprimir los exceso socialistas sino mediante la búsqueda de fórmulas moderadas que permitan una mejora del bienestar de los trabajadores” para fundamentar la eficiencia de la economía alemana en la Seguridad Social, unión que sigue produciendo sus beneficios como puede verse.
Bismarck creó los Seguros de enfermedad (1883), de accidentes de trabajo (1884), de invalidez y vejez (1889) antes de dimitir (1890). Se le vituperó llamándole “socialista” como a León XIII. Tras publicar la “Rerum novarum” se organizó un Te Deum en Madrid porque se había vuelto “socialista”. Tras él se crearía el Seguro de supervivencia (1911) y se sistematizaría la regulación en un Código de Seguros Sociales (1911). El seguro contra el paro tardaría aún algunos años en aparecer.
Más de medio siglo después (1935) Roosvelt vinculó la “Seguridad económica” a la “Seguridad social”. Churchill firmó con él la Carta Atlántica para mejora de los trabajadores (1941). El Plan Beveridge (1942) creó la Seguridad social británica; en Francia no llegaría hasta 1946 gracias a los esfuerzos de Laroque. En la declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas su art. 22 afirma: “Toda persona como miembro de la sociedad, tiene derecho a la Seguridad social”. Esta idea sería adoptada en 1952 por el Convenio de la OIT (num. 102) y recientemente en 2001 se ha puesto en marcha una Campaña Mundial en materia de Seguridad Social y Cobertura social para todos (¿).
En España llevamos cinco años de retroceso eiminando todos los derechos sociales. Se priva de todos a los ciudadanos “irregulares”; se reduce su contenido a los ciudadanos “regulares”; se legaliza la explotación del trabajador al reducir la indemnización por despido improcedente - ¿cómo se puede legalizar lo improcedente?,  al permitir los contratos de lunes a viernes, para legalizar el fraude de ley y burlar el derecho al descanso semanal; se descapitaliza la Seguridad Social privando a los trabajadores de la cuota de los empresarios “para incentivar así que haya trabajo en vez de paro”.
La política del Gobierno ejecuta la del ex Presidente reelecto por los empresarios Díaz Ferrán, autor de delitos contra los trabajadores y la Hacienda Pública; ¿contra quién no?: “trabajar más y ganar menos”. Eso siguen diciendo sus herederos en esa Asociación; el Presidente de la de Madrid está acusado de los mismos delitos. Su política es: “los trabajadores prefieren estar mal pagados para poder comer que estar en el paro si no se legaliza la explotación laboral”. Es la misma que la de los proxenetas: “las prostitutas prefieren serlo para poder comer a estar en el paro si se ilegaliza la prostitución”.
Este “quinquenio negro” ha traído el mayor retroceso de toda la historia de España, ¡siglo XIX incluido! La ley mordaza recupera la represión como forma de solución de los problemas sociales creados con una política sistemática de engaño al ciudadano: preferentes, subordinadas, acciones de Bankia, clausulas suelo, IRPH,  venta de viviendas sociales a fondos buitre, desahucios, etc. Y hasta en las UE hubo una propuesta para legalizar el aumento de la jornada laboral, que felizmente no prosperó

Aquí se ha hecho, aunque ilegalmente. Sus nefastas consecuencias las estamos sufriendo.

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