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31 ene 2018

Una decisión histórica



Interesante el artículo “Una decisión histórica” de M. Pulido Quecedo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Navarra (EL MUNDO, 28.01.2018).      
El autor se felicita porque el proyecto de la investidura del “diputado electo Carles Puigdemont el próximo día 30 de enero ha sido cortada en seco por el Tribunal Constitucional en una decisión que pudiéramos calificar de histórica” y sin duda lo es; un error histórico.
La decisión “va más allá de la admisión de la impugnación por el cauce impugnatorio que prevé el artículo 76 de la LOTC, al decidir la suspensión cautelar al amparo del art. 161.2 CE”. Además el TC ha declarado “que el candidato Puigdemont debe acudir “personalmente”, entendiendo por ello “in corpore” en una interpretación que atenta con lo que establece el art. 9.2 CE78 que exige facilitar la actividad política. Por último declara que “declara radicalmente nula y sin ningún valor cualquier otra actuación que contradiga las medidas cautelares adoptadas”. Sin duda se trata de una creación de “Derecho procesal constitucional” en vivo más que muy discutible por su presunta ilegalidad.
Recuerda el autor que “los juristas americanos que “hard cases make bad Law”, que los casos difíciles hacen mal Derecho” pero luego dice que lo hecho no es “mal Derecho” legando que “ha pacificado y clarificado una cuestión nodal para nuestra tiempo, que es la del “valor y esencia de la democracia” en Cataluña, algo imposible de hacer porque éste régimen no es una democracia, es una dictadura monárquica de origen fascista.
Alaba el autor al gobierno porque “sólo los que arriesgan ganan” y añade que lo hace “con el concurso del TC que, como guardián de la Constitución y como garante del equilibrio entre los poderes constituidos, ha puesto las bases en una decisión histórica”. Recuerdo ora decisión histórica del TC apoyando también al Gobierno: declaro delictivas las declaraciones de Otegui sobre el Rey y el TJUE exigió que lo indemnizaran porque sólo había ejercido su libertad de opinión. También revoco su decisión sobre el suelo de los intereses de las hipotecas.
El autor lo reconoce cuando dice “no siempre el Tribunal Constitucional ha acertado con sus resoluciones sobre Cataluña”  con lo que lo único que queda claro es que en esos casos hizo todo lo contrario que “pacificar los asuntos sometidos a su jurisdicción, con una argumentación convincente”, porque no lo es.
El TC sin duda “ha hablado” pero no ha “pacificado la cuestión suscitada” y remite a “las fuerzas políticas catalanas saber escribir la letra pequeña de esta resolución, escrita bajo el signo de la defensa de la vigencia del Derecho y de la democracia”.
No me cabe duda que lo harán pero ante el TJUE, que volverá revocar la decisión del TC.

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