Estas
guerras la inventaron los creyentes monoteístas; hasta creyentes en el mismo
extraterrestre creen les manda matar a los demás creyentes en él. Suponiendo
que exista el extraterrestre no queda claro si es un extraterrestre perturbado
o los perturbados son sus oráculos. Pero sin duda es mayor la perturbación de
los creyentes que creen en “sus oráculos” y ni siquiera en el extraterrestre.
Asesinan si su “oráculo” les manda asesinar. Fue notoria la matanza de S. Bartolomé;
lo son los recientes asesinatos de París; también la guerra en España en 1936. El
extraterrestre es la coartada; el creyente cree sólo en sus “oráculos”
Toda
religión es irracional pues se basa en creencias irracionales. Las politeístas eran
al menos democráticas; sus dioses no les mandaban matar a nadie. Sus oráculos
solo auguraban si ganarían en la guerra con la que pretendían robar la riqueza
ajena, ¡no es igual! Entonces los reyes solían ir al frente de los soldados a
los que pagaban para asesinar. Si perdían la batalla solían morir: “muerto el
perro, se acabó la rabia”. Sin duda era una ventaja.
Pero
analicemos la educación religiosa de estos dictadores monoteístas e
irracionales.
Son
totalitarios: a quien cree en otro creyente le llaman “pagano” y se dan el
derecho a asesinarlo; si creen en el mismo creyente – en realidad creen en
distinto oráculo - le llaman hereje y lo
asesinan. Hay jefes de asesinos nombrados santos: S. Simón de Monfort. Santiago
Apóstol, según la iglesia, encabezó a los cristianos para lograr asesinar a más
musulmanes.
Los judíos
discriminan a todos los que no lo son: ¡a casi 7.000 millones de personas! En
nombre de su extraterrestre hace varios miles de años asesinaron a miles y
miles para quedarse con Canaán. Actualmente, visto el éxito, repite el
genocidio en Palestina.
A los jefes
cristianos que dicen creer en el mismo extraterrestre ahora les cuesta más conseguir
asesinos de herejes; pero con algunas excepciones siguen discriminando a más
del 50 % de la humanidad: a las mujeres; también a los homosexuales.
Los
musulmanes, el tercer grupo de creyentes en el mismo extraterrestre también
discriminan a quienes no creen en sus particulares oráculos musulmanes. Eso no
les impide asesinarse entre sí, por creen en distintas versiones de sus
diversos oráculos musulmanes. Por supuesto, las mujeres son también meros
animales sin ningún derecho como seres humanos.
Los tres
grupos de creyentes en es extraterrestre no toleran la creencia en otro oráculo
que el suyo. Niegan valor a los “milagros” que dicen que acreditan que existe el extraterrestre salvo “sus milagros”. Son especialmente fanáticos y
asesinos con los creyentes en los oráculos que son más próximos entre sí, simil similia occidentur! Un hereje es
aún peor que un pagano.
Creímos en
el poder de la razón; que la laicidad de Francia bastaba como ejemplo; que la
razón triunfaría. Ni basta, ni se sigue ese ejemplo, ni triunfa. La evidencia
es otra.
Aún hay
países europeos donde es oficial creer en ciertos “oráculos” del extraterrestre monoteísta. En algunos, como
España y en los Balcanes, no hace tanto tiempo que se asesinó a los vecinos ¡porque ese extraterrestre lo
mandaba! En España hijos y nietos de los asesinos siguen sin pedir perdón por
haberles robado la vida, haberles robado a sus hijos y haberles robado sus
tierras. Para negar los asesinatos de sus padres y abuelos ellos se niegan a
sacar los cuerpos de las cunetas donde los metieron y en el colmo de su vileza
niegan que existan.
Todas las
religiones deben declararse al margen de la ley por ser irracionales. Algunas,
pues sus enseñanzas atropellan los derechos fundamentales deben declararse
delictivas.
Nadie sabe si
existe ese extraterrestre. Se cree lo que se ignora. Creer es lo opuesto a
saber. Judíos, cristianos y musulmanes creen en el mismo extraterrestre que
Abraham que, víctima de la clásica alienación religiosa, quiso asesinar a su
hijo para agradarle. En París otros alienados creyentes en el mismo
extraterrestre asesinan a los hijos ajenos. ¡Es lo mismo!
En ninguna
ley racional cabe una asociación que por llamarse religiosa defienda esos
principios y eduque en ellos en la escuela. Deben de declararse todas fuera de
la ley por eso y por educar en la discriminación sexual y porque si reivindican
todas que “su reino no es de este mundo” hay una falta de competencia
geográfica de los Estados para admitirlos dentro de un ordenamiento jurídico
que ellos no respetan si contradice sus iluminadas creencias.
¡TODAS!,
incluidas las politeístas, deben declarase alegales y no recibir ni un céntimo
de recursos públicos. Las que no respeten los derechos fundamentales de la
igualdad, ¡casi todas!, deben ilegalizarse. Sus “docentes” deben ser acusados
por incitar al desorden público.
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