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31 ago 2017

Hablemos de la soberanía del ciudadano

El Prof. Peralta, de Derecho Constitucional en la UCM publica (LA RAZÓN, 15.08.2017) un segundo artículo titulado también “España: estado unitario-autonómico vs estado federal-plurinacional”, (II). 
 No sería mal inicio su defensa de lo que nadie ataca, “la libertad e igualdad, valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico” si no pasara sobre ascuas ignorando la realidad de su atropello en el Título II de la CE78. Todo él es el más descarado atropello de la libertad y la igualdad que consagra (?) el art. 14 CE78; es un Título “intrínsecamente inconstitucional” que contradice un derecho fundamental, el del art. 14.
Nuestra posición está clara; los que denunciamos el fraude defendemos la protección de la libertad y la igualdad como derechos fundamental; los que fomentan el fraude lo ocultan y apoyan que una sola familia atropelle los derechos fundamentales de la libertad y la igualdad del resto de los españoles.
 Sigue el artículo con una pretensión irreal: evitar “las fronteras lingüísticas”;  ni asturianos, ni leoneses aceptan que se les obligue a hablar gallego, ni los gallegos a dejar de usarlo por poner un solo ejemplo. Llevan así más de quince siglos; es un derecho consuetudinario que protege el art. 3CC.
Se debe partir de una “política social y económica común pero esa unidad económica, presupuestaria y tributaria, con respeto a la unidad de mercado, con una regulación de las relaciones laborales que no contenga diferencias y con el mantenimiento de un único régimen de seguridad social no pueden estar reñidos con las diferencias de gestión que produzcan mejoras territoriales” pero en serio; respetando los mínimos comunes no se puede prohibir que se ofrezcan mejoras laborales en una autonomía porque su gobierno es mejor gestor que otro gobierno, no está corrupto y no roba nada de los recursos públicos. Ese igualitarismo por abajo es propio de los regímenes totalitario; es el atropello del lecho de Procusto. Sería como prohibir que una empresa pagara mejores salarios y diera bonus a sus trabajadores o precios más bajos a sus clientes gracias a su mejor gestión. De obligar a la igualdad ¿no habría que hacerla por arriba?
Afirmar que “las comunidades autónomas no son soberanas - autonomía no es soberanía - no ostentan un poder originario ni preexistente, ni fundado en derecho alguno” equivale a rechazar el principio básico de la democracia: la soberanía reside en el ciudadano libre de modo inalienable. Añadir que es “un poder derivado de la propia Constitución, por lo que su relación institucional con el Estado no es en ningún caso de bilateralidadignora que esa relación puede ser bilateral pero asimétrica con lo que no se priva al ciudadano de su soberanía, que es lo típico de todas las dictaduras, sean fascistas, del proletariado o incluso del despotismo ilustrado de “todo para el pueblo pero sin el pueblo igualmente antidemocrático Caben tantas estructuras de constituciones como la imaginación permita: desde la jacobina autoritaria a la de las taifas más descoordinadas. La más adecuada será la que mejor proteja los intereses del ciudadanos ¡por libre decisión!
Dejémonos de míticos orígenes. España se creó como casi todas las naciones y muchos latifundios: por robo bélico y unión matrimonial; los predios contiguos, reinos, condados y señoríos generaron este latifundio donde si no está Portugal es por la misma razón por la que pudo estar.
España se creo como un latifundio cuyo elemento pecuario eran las personas, siervos del rey amo. Sus derechos individuales no se empezaron a reconocer hasta después de 1789. En  1873 y luego en 1931 donde las mujeres alcanzaron el mismo que los varones, algo que perdieron en 1939. Hubo muchas fórmulas de convivencia; las más democráticas las atropellaron golpes militares: el General Elio, los 100.000 hijos de S. Luis, los generales Martínez Campos, Primo de Rivera (autogolpe de Alfonso XIII), Sanjurjo, que fracasó, Franco, Mola y Varela;  Armada y Milans (y los compinches cuyos nombres no decimos porque se caería este "tenderete") que también fracasó.
Que Euskadi se haya creado por la unión de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa no mengua en nada su identidad histórica, política y sociológica diferenciada, aunque siempre feudal del reino de Castilla - un secesión del Reino de León - o de Navarra. Que Cataluña no fuera un reino no permite negar su identidad socio-política propia; los Usatges medievales los tenía que jurar el rey como pacto entre iguales. Es falsa esa pretensión de que sólo es una nación en lo cultural. Hay identidad propia en Galicia, Asturias y León, o Valencia, Mallorca y Murcia, que fueron reinos al igual que Badajoz, Sevilla y Granada, Toledo, Jaén, Huelva, Algeciras, Córdoba ¡sede del Califato!, Zaragoza, etc. y ninguno reivindica su identidad diferencial como si lo hacen Murcia o La Rioja que nunca fue nada. En algunos momentos la distribución regional reconoció la real deferencia cultural de León y Castilla la Vieja en Andalucía de la occidental, el viejo de Sevilla, de la oriental, el viejo reino de Granada.
En cuanto al valor de los datos sociológicos del CIS su relevancia es mínima. La respuesta se condiciones con la pregunta según sabemos todos: ¿se puede fumar mientras se reza vs. se puede rezar mientras se fuma? da respuestas opuestas; depende, de las noticias precedentes y de la previa propaganda que se regurgita en la respuesta que pocas veces es un firme convencimiento reflexivo.
Se puede afirmar que ninguna mayoría social prefiere la caprichosa e incongruente reforma federal-plurinacional como alternativa al modelo unitario autonómico vigente”. Con igual seguridad se puede decir que “una mayoría social apoyaría una reforma federal-plurinacional congruente y seria como alternativa al centralismo autoritario y uniformista”.
La cuestión esencial es: ¿por qué no se prohíbe, de facto, que cada generación decida en el ejercicio de su soberanía y su libertad cómo quiere construir su futuro? Lo impide una CE78 montada al servicio de una monarquía antidemocrática que heredó “todo atado y bien atado”,
Es paradójico - ¿o revelador? - que quienes más reivindican con orgullo su decisión en 1978, ocultando la falta de libertad bajo el mismo ejército golpista que acabó con la CE31 y quiso acabar con la CE78  (Operación Galaxia, 23-F) sean los que con más ahínco quieren privar a sus hijos y nietos el orgullo de poder tomar su decisión en condiciones de mayor libertad.,
¿Qué curioso mecanismo mental que sustenta tan incoherente comportamiento? 
Quizá un reflejo de aquel pensamiento franquista “no se os puede dejar solos.”

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