La economía
se suele emplear como argumento para atropellar los derechos de los ciudadanos
y, en particular, sus derechos laborales. Sus adalides se llaman neoliberales; recurren
al neo-lenguaje orwelliano porque vetero-explotadores es demasiado descriptivo.
Fue la
economía el argumento para mantener la injusticia de la esclavitud hasta
finales del S. XIX. Abolida en la metrópoli en 1837, en la práctica ya no existía
desde 1766 la I República la ilegalizó en 1876 en Puerto Rico. Madrid, Santander Cádiz y Barcelona defendían la legalidad "por el interés de
España" junto a otras ciudades a través de los Círculos
Hispano Ultramarinos de ex residentes de las Antillas. Lograron mantener la “legalidad” en Cuba hasta
1876
También fuera
“ilegales” los sindicatos en España, el primero legal fue en 1840 en Barcelona.
De 1939, al acabar la democracia en España fueron ilegalizados junto con los partidos políticos; volvieron a ser legales tras morir Franco. Hace pocos meses era ilegal que los
actos jurídicos nulos de pleno derecho - actos que nunca nacieron para el tráfico jurídico - produjeran efectos ex tunc pese que ya los romanos dijeran quod nullum est nullum effectum producit; en consecuencia no es que la nulidad de los actos produzca efectos ex tunc, es que nunca pudo producirlos lo que nunca existió.
Eso ocurrió,
p. ej. con la no retroactividad de las cláusulas suelo que declaró el TS porque "producía un perjuicio bancario"; ¿economía o justicia? Ignoraba así que atropellaba los derechos fundamentales de miles y miles de ciudadano abocándolos a la indefensión que prohíbe el art. 24.1 CE78. Por suerte el TJUE evitó esa indefensión revocando lo dicho por el TS y aún por el TC; otro caso es el de la subrepticia amnistía fiscal. Se quiere que produzca efectos, por seguridad jurídicam cuando lo que ésta exige es que lo que nunca existió no produzca efectos. Ojala esta vez seresuelva por los tribunales españoles y novolvamos a sufrir la vergüenza de que el art.
24.1 CE78 se cumpla ¡desde Estrasburgo!
Los vetero-explotadores
(neo-liberales) consideran a Adam Smith su profeta y revelador de la única
doctrina del único Dios verdadero: el del becerro dorado de Aarón. Como todas las
castas sacerdotales falsean su doctrina cuando dicen que esa doctrina exige que haya menos regulaciones; menos Estado y en el colmo del
cinismo reclaman en su nombre más
libertad.
La verdadera doctrina revelada por Adam Smith decía lo contrario: que si se daban las condiciones para un mercado perfecto una “mano
invisible” se encargaría de alcanzar el óptimo entre la oferta y la demanda.
¿Quién puede oponerse a esta revelación de la razón?
Pero la
realidad es otra; como no estamos en un mercado perfecto no actúa la “mano invisible” y por tanto no se puede alcanzar el equilibrio óptimo. La “mano invisible” sólo actúa en mercados perfectos cuyas partes tiene
igual poder, igual información, etc., etc. Esta realidad tiene un corolario: dada la imperfección del mercado esa tarea, como única solución para alcanzar el equilibrio óptimo, la tiene que hacer una “mano visible”: el Estado,
Sin duda el
Gobierno encargado de regir el
Estado ni es omnipotente ni omnisciente como la “mano invisible”;
más aún, muchas intervenciones, lo vemos todos los días, son tan torpes
que nos alejan más del equilibrio óptimo que si se abstuviera. El reciente
caso de Holanda y con menos tiempo el de España lo acreditan. Pero ésa es otra
cuestión: tener un gobierno inteligente es una cuestión política; depende de
la decisión de los electores; un gobierno que sea la “mano visible que procure el equilibrio óptimo del mercado”, siendo también política lo es una cuestión
de justicia.
Es la misma cuestión de justicia que obligó a los
patricios a promulgar la Ley de las XII Tablas hace más de dos evos. Lo que
subyacía tras esa reclamación de los plebeyos era, sin duda, también un problema
económico; para su solución ¿hay otra?, reivindicaron la seguridad en las leyes con la que esperaban lograr justicia, una seguridad cuya ausencia permitía atropellar sus derechos por los
explotadores; aquellos vetero-explotadores que ni se llamaban neo-liberales, ni liberales. “Sin complejos”
se llamaban lo que quieren ser: amos, duelos y señores de siervos y esclavos.
En los últimos
lustros hay una renovada intervención de la “mano
visible” subsidiaria de la “mano
invisible” de Adam Smith; no es la del Gobierno responsables
de Administrar el Orden Público del Estado, sino la de los abogados y de los jueces y magistrados sobre todo los de los Juzgados de primera instancia. Tras las alegaciones de los primeros y las sentencias
de los últimos que unas veces son revocadas o ratificadas por las Audiencias, según
los casos, casi siempre son revocadas, con "razones" económicas por el TS y por el TC. Al fin reciben
el marchamo de justicia del TJUE en Estrasburgo. Allí se cumple el art. 24.1
CE78 que prometía lo que no dio en España.
En la
campaña de Bill Clinton fue su famosa frase. es la economía, ¡estúpido! Con ella logró su triunfo. Con una igualmente
económica pero más patriotera: “América
first” Donald Tramp esta en la Presidencia y ha desplazado del
puesto de peor presidente a Bush hijo.
Todo se ha
debido a un error; no se trataba de economía: Es justicia ¡estúpido!
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