Libertad y libertinaje

Durante la dictadura militar los periodistas pagados por el “fondo de reptiles” distinguían la libertad del libertinaje. Libertad era la que ejercían el poder atropellando los derechos de los ciudadanos. Libertinaje eran pedir que esos derechos fundamentales no fueran atropellados.

Ahora el poder ama tanto la palabra democracia que llama democracia a lo que es una pura dictadura monárquica engendrada a imagen y semejanza de una dictadura militar que la amamantó en su seno y cuyo primer dictador monárquico juró lealtad a los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional.

Tras 39 años de mentiras reiteradas sin cansancio mucha gente de buena fe se cree que “esto” es una democracia porque hay un Parlamento. El método es del nazi Goebbels que dijo “no hay mentira que repetida un suficiente número de veces no llegue a ser creída por todos”. Olvidan que con Franco TAMBIÉN había Parlamento; que TAMBIÉN había elecciones para ser parlamentario y senador;  que con Franco TAMPOCO se podía cuestionar el régimen político; que las fuerzas de desorden público con total impunidad TAMPOCO permitían la libertad de expresión republicana,  y que las leyes TAMPOCO permitían elegir al JEFE DEL ESTADO.

Nosotros estamos con Churchill: “se puede engañar a un millón de personas una vez y un millón de veces a una persona pero no se puede engañar un millón de veces a un millón de personas”. Eso es ya una realidad; por eso cada vez se supera más el millón de las personas que ya no se dejan engañar un millón de veces y salen a la calle con sus banderas republicanas.  Unas personas que de modo pacífico denunciarán ante los tribunales al policía porque atropella sus derechos fundamentales al impedirle la libertad de expresión de sus ideas republicanas (art. 20.1.a-CE78); porque actúa de modo arbitrario (art. 9.3-CE78); porque viola el ordenamiento jurídico constitucional (art. 9.1-CE78). Los abogados tampoco toleramos estos atropellos y exigiremos “la tutela efectiva de los jueces y tribunales” (art. 24.1-CE78).

Nos da lo mismo que para sostener esta corrupción de la CE78 el gobierno  firme sin rebozo todos los indultos a sus esbirros condenados por jueces no corruptos. Sabemos que tenemos razón; que la ley está con nosotros; que la mayoría de los jueces todavía no están corrompidos por este Estado de cualquier cosa menos de Derecho, desde su origen hasta su realidad diaria. Sabemos que el Parlamento ¡no nos representa!; pero estamos dispuestos a esperar.

Como Franco los periodistas financiados por el “fondo de reptiles” distinguían entre libertad y libertinaje estos mismos; hoy distinguen entre democracia y populismo. El populismo sólo es  la avocación  por el pueblo – es decir, la recuperación  - de la “soberanía que reside en el pueblo de donde emanan todos los poderes del Estado” (art.1.2-CE78) incluido el del Jefe del Estado aunque de momento la dictadura monárquica lo impida, como lo impidió la militar.

El populismo es una expresión original de la democracia; se recupera como protesta ante los representantes del pueblo que gestionan mal la “re publica”, que mal que les pese así se llama. Los populistas somos millones de demócratas que reivindican democracia representativa en una Asamblea abierta hartos de estar mal representados por la Asamblea de representantes, porque las Cortes son también otra Asamblea, aunque cerrada. Pero los populistas son demócratas que también lo reivindican en las urnas: en las últimas elecciones ¡y en las que están por venir! Y si no se lo creen, ¡al tiempo!, que ya no falta tanto.

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