Henos visto
que desde el punto de vista macroeconómico la reducción de la jornada laboral
aunque incrementaría los gastos empresariales al aumentar los ingresos
produciría más beneficios.
Una
semanada laboral de 24 h/semana se puede dividir en 3 días de 8 h o 4 de 6 h
que sería lo preferible. Veamos las ventajas de esta jornada:
1.- Las actividades de
producción podrían realizarse de 8.00 a 14.00 lo que permitiría ahorrarse el
descanso de 20 minutos que beneficiaría la productividad de la empresa en un
20/6*60 = 5,6 %.
2.- Al poder ir a comer a casa
sin tener que volver por la tarde disminuiría el tráfico, la contaminación
urbana, sobre todo y el coste del transporte que se ahorraría el trabajador
aumentando su salario neto.
3.- Al disponer de las tardes
libres podría conciliar su vida social y familiar y la laboral llevando o
trayendo a los hijos a la escuela o teniendo más relación con sus padres, su
cónyuge o sus amigos.
4.- También dispondría de más
tiempo para poder mejorar su capacitación profesional y sus estudios así como
en actividades sociales y civiles de colaboración ciudadana y políticas.
5.- Las actividades
comerciales podrían hacerse por la tarde lo que disminuiría el tráfico urbano y
si se arbitrara un día entre semana donde bancos y organismos públicos,
ayuntamiento, etc. Abrieran por la tarde la mejora de las opciones de gestión
serían infinitas.
6.- A salvo de las
limitaciones por los hijos en edad escolar los fines de semana serían desde el
jueves por la tarde, viernes, sábado y domingo unas mini-vacaciones de 3 días y
medio. Combinando los días de vacaciones de verano se podrían tomar cuatro días
empalmando dos fines de semana y tener medio-vacaciones de 10 días y medio.
7.- Estas opciones
vacacionales permitirían a las instalaciones hoteleras hacer ofertas a bajo precio
fuera de temporada que fueran interesantes para sus clientes y beneficiosas
para ellos al poder mantener abierto el hotel todo el año. Este beneficio extra
les permitiría ser más competitivos en la temporada alta bajando algo los
precios frente a los demás países que siguen con su obsoleta jornada de 8
h/día.
¿Qué
pasaría con el Estado?
1.- Si el salario medio es de
16.000 €/año. Un incremento del 4 millones de parados sería un incremento de
64.000 M€/año en circulación con el gran efecto multiplicador de esta
circulación en los bancos.
2.- Supuesto un 8 % de IRPF
tendríamos 5.120 M€/año de recaudación
3.- Si suponemos un 90 % de
gastos de los (64.000 – 5.120) M€ = 58.880 M€ el ingreso por IVA, supuesto un
valor medio de 18 %, sería de 10.598 M€ que sumados a los 5.120 M€
aumentarían las obras públicas produciendo una reactivación en la economía que
realimentaría los ingresos sin necesidad de subir los impuestos.
4.- Se mejoraría la situación
económica; en lugar de seguir reduciendo el bienestar social, ya inexistente, se
empezaría a recuperar el poco que tuvimos en sanidad, educación, investigación
y desarrollo y derechos sociales. Además el riesgo de que quebrara la Seguridad
Social desaparecería.
5.- Una situación de pleno
empleo trae aparejada una disminución de la criminalidad lo que reduce los
gastos judiciales y policiales que libera más dinero para mejorar los servicios
sociales.
6.- El incremento de la
circulación del dinero aumentaría su oferta facilitando los beneficios de los
bancos a través de préstamos a los ciudadanos y a los empresarios que podrían
actualizar sus empresas aumentando su competitividad en el mercado global con
el correspondiente ingreso de divisas.
7.- La disminución de los
viajes in itinere, casi al 50 % reducirían los accidentes laborales in
itinere con beneficio para los interesados y para las empresas y
aseguradoras y además reduciría la demanda de combustible 100 % importado
reduciendo el gasto en divisas.
8.- El problema de los CIE
desaparecería porque todos los inmigrantes irregulares se convertirían en
trabajadores legalizados lo que provocaría otro ahorro inmenso al poder cerrar
todos esos centros que de nuevo se destinarían a obras públicas y servicios
sociales: educación investigación y desarrollo, sanidad, etc.
Todo eso y más sería el resultado de una disminución
de la jornada laboral que “pusiera en valor”, como dicen los pijos, la realidad
de una masa laboral ociosa y que si bien es dudosa que sea la mejor preparada
del mundo si lo es que tiene una potencialidad que después del inmenso costee
social que significó obtenerla se deteriora día a día por su inactividad.
Señores
políticos, ¿a qué esperan si de todo lo dicho sólo hay beneficios para los
ciudadanos trabajadores, lo que incluye a los empresarios y excluye a los
especuladores y rentistas que holgazanean parasitariamente nuestra costa que,
no obstante seguirían haciéndolo?
En 1950 un
solo salario mantenía una familia. .En 2016 dos apenas permiten un buen pasar
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