… que yo
tuve una ilusión.
Con esa música
de bolero de los años 50 hoy, ciertamente un día aciago, elevo mi lamento. Fue
en diciembre cuando tuve la última ilusión de que la suma de los votos de los
partidos que parecían de izquierdas y renovadores pudiera lograr el gobierno de
este país. Un gobierno que hiciera la transición que nos robaron y que nos
devolviera la república democrática que extirparon con genocidio cruento y cuya
continuidad incruenta mantiene el heredero de un reino que inventó un dictador,
que, ciertamente, no se puede caer más bajo.
Unos porque
al Comité Federal dictatorial que se reivindicaba de izquierdas prohibió unirse
con el partido emergente en las izquierdas. Con la misma irracionalidad con la
que la derecha cree que España es de su propiedad, ellos creyeron que la izquierda
lo era de la suya; otros porque ensoberbecidos con un éxito inesperado, haber logrado
la mitad de diputados ya hubiera sido un éxito, se creyeron que eran lo que no
eran y les faltó la humildad y el respeto que debe el recién llegado con el que
ya estaba instalado como referencia de la izquierda.
Sólo se
necesitaba un apoyo para lograr un gobierno estable que con el apoyo de una
derecha moderada de nacionalismo central o periférico para acabar con el
gobierno de extrema derecho que gobernó estos cuatro años despojándonos de
todos nuestros derechos.
Pero el fatum que sobrevuela sobre la izquierda,
un cainismo aún mayor que el de la derecha, impidio una vez más un gobierno de
progreso. Aunque, como siempre, todos le echan la culpa al otro la necedad de los unos se
difícil decir si fue menor que la de los otros.
Y ahora, ¿qué
podemos hacer? Cada vez se hace más necesaria la emergencia de un partido republicano
que sepa concentrar en su seno a todos los demócratas cuya esencia ética deriva
de un lema no por conocido menos incumplido: IGUALDAD, LIBERTAD, FRATERNIDAD.
Es un lema al que ninguna persona que se considere decente puede oponerse. Un
partido democrático a fuer de republicano, al que no le importe obtener pocos
diputados. Su objetivo es que haya una
voz en el Congreso que denuncie este fraude de esta monarquía que presume de
democrática, para lo cual cuenta con los partidos más corruptos, siendo como es
una dictadura monárquica hereditaria, que es el sistema menos democrático que
cabe imaginar.
En
diciembre de 2016 hará 85 años de la aprobación de constitución democrática que
hubo en España. Los demócratas debemos organizar un acto que conmemore esa
efemérides; un acto que sirva para informar que en España sigue habiendo demócratas
que nunca apoyaran un sistema monárquico dictatorial, sobre todo éste que para
más ignominia suya ha sido inventado por el dictador. Democracia y dictadura,
de la clase que sea, son incompatibles.
Muchos demócratas
no se sienten representado por ninguno de los partidos actuales y por ello no votan
a ninguno. Permanece muda una opción ilusionante que hay que coordinar. Las
perspectivas de duración de este contubernio de partidos cuyo único punto en común
es la corrupción que les corroe es previsible que sea breve.
Los
interesados en intentar este proyecto de crear una Unión Republicana se pueden
identificar enviando su correo electrónico a urde2016@outlook.com indicando la
provincia o ciudad donde están para, en su caso, tener una futura reunión que permita iniciar
el proyecto.
Animo a
todos los que mantienen su espíritu democrático en diversas organizaciones
informales o legalizadas denominadas Ateneos, Asociaciones, Partidos o de
cualesquiera otro modo para que manteniendo su específica peculiaridad sepa
entre todos encontrar la esencia común que nos anima: hacer realidad el lema de
todas: LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD.
Y para que
venzan su inercia y desconfianza que les disuade de arriesgarse a intentarlo les
recuerdo el título de una vieja película italiana de los años 50: “mañana será tarde”.
Un título
que aplicado a todos nosotros, es verdad desde el mismo día 1-IV-1939.
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