No había ninguna diferencia entre la pretensión
de atropellar la intimidad de la ley de la “patada en la puerta” del Sr. Corcuera
y la actual del “pinchazo en la línea“Su inconstitucionalidad la entiende un
niño de cinco años. ¡Que llamen a un niño de cinco años!, gritó Marx; o al “petit
Nicolás”, al de Goscinny, claro.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) expresó
"serias dudas de encaje
constitucional" a la intervención de las comunicaciones...