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19 jun 2017

¡Otros 40 años más de dictadura!

Curiosas reflexiones de D. J. Rupéerez (ABC 14.06.2017) CUARENTA AÑOS EN LA VIDA DE LOS ESPAÑOLES que ameritan unas precisiones terminológicas de carácter jurídico/político.
El 15.06.1977 no ocurrió el “renacimiento de la democracia en España”; en esa fecha no se celebraron “las primeras elecciones democráticas desde las celebradas casi exactamente otros cuarenta años antes, en 1936”. Las del 16 y 23.02.1936 sí fueron las últimas elecciones democráticas pero las próximas elecciones democráticas están por venir.
Es un error general confundir un sistema democrático con una dictadura, monárquica, teocrática, militar, civil o “del proletariado” (URSS, Cuba, Arabia Saudí, Irán, etc.) que tenga un Parlamento cuyos miembros sean elegidos (con Franco también se elegían). Esa circunstancia no convierte en democracia lo que es una dictadura, sea de la clase que sea.
                Tampoco hubo “epifanía democrática” en la previa aprobación de la Ley de Reforma Política. Allí sólo se declaró que la próxima constitución continuaría la “legitimidad” de la dictadura pero bajo una Constitución ¡si se aprobaba! En todo caso el Jefe del Estado seguiría siendo el elegido por el dictador militar en la proclamada por él como dictadura monárquica.
                En esa aprobación, el error es interesado, sólo se eligió una Constitución en substitución de las Leyes Fundamentales que hacían las veces de constitución bajo la dictadura militar. De haberse rechazado las CE78 el Jefe del Estado seguiría siendo el mismo pero con las leyes anteriores bajo cuya “legitimidad” fue nombrado. Si votes lo que votes el Jefe del Estado es el mismo está claro que los espaoles nunca elegimos al Jefe del Estado. Lo eligió Franco.
                El ”admirable sentido cívico de la participaciónreveló el total rechazo a todo lo que venía de la dictadura militar salvo el Jefe del Estado que eso no se pudo elegir; sigue prohibido.  Fue un fraude premeditado. Se lo confesó el Presidente Suárez a la periodista V. Prego. Por eso  el vigente sistema es una dictadura monárquica engendrada por una dictadura militar.
                Sin duda “no eran aquellos tiempos fáciles”, como dice Rupérez, pero no porque no se supiera “cómo conducirse en democracia tras cuarenta años de dictadura”, sino por el ruido de sables y  “las manifestaciones sangrientas del terrorismo, provinieran del nacionalismo vasco o de las extremas izquierda y derecha y el fracasado doble golpe de Estado, uno en ciernes y el del 23 F que sigue sin explicar aunque Anasagasti nos dijo que lo fomentó
            Sin duda el 15.06.1977 “quedará como un hito en la recuperación de la historia nacional” de la dictadura monárquica, pero es falso que haya que “remontarse a las épocas lejanas y mejores de nuestra historia para encontrar momentos en que España estuviera mejor sintonizada consigo misma y con el mundo exterior”, lo fue en 1931.
            Califica Rupérez de “maligna admiración y justificado espanto que cuatro décadas después del comienzo de aquella epopeya tengamos que contemplar cómo la osada patulea del separatismo catalán, practicando sin rubor una tenebrosa política de hechos consumados”. El argumento de que “la Constitución define como “patria común e indivisible de todos los españoles” es un lugar común en toda constitución, pero la historia revela su invalidez, pocos países tienen las mismas fronteras que hace un siglo. En Europa desaparecieron docenas de monarquías en un solo siglo
La calidad del régimen la acreditan las “tormentas financieras ¿fraudes?, las incapacidades políticas ¿necedad?, el cansancios colectivos ¿no nos representan”,  las  quiebras éticas ¿bancarias?, corrupciones generalizadas ¿de los partidos? han proyectado incertidumbres ¿amnistías? Es el fruto de  una “inacción culpable” ¿delictiva? más de “populismo desgarrado y oportunista” que aún no ha errado porque no ha mandado.
Nadie busca “enterrar la Transición y consiguientemente ganar en la paz la guerra que perdieron en la batalla”. Eso opinan los que piensan que tienen derecho a lo que hacen porque “para eso ganaron la guerra”. Nunca hubo transición sino continuidad al estilo del Príncipe de Salinas “cambiemos todo para que todo siga igual”. Eso se rechaza.
Esfumado el termo al golpe militar, con notables excepciones, emerge el deseo de recuperar la democracia ante la evidencia del fraude del 15.06.1997 que confesó también Ansón. Lois españoles queremos que sea verdad “la libertad e igualdad para todos sus componentes, en el legítimo orgullo de compartir historia, lengua y cultura que conforman parte indeleble del patrimonio de la humanidad”. No lo somos.
Lo conseguido en aquella hora, sin duda,  no seerá “ hoy refrendado con la misma convicción y si cabe con mayor énfasis”. Heráclito dijo “no pasa la misma agua dos veces bajo el puente. Ahora toca que pase agua democrática.
España fue unitaria con Felipe V, antes era una nación de naciones. De la España borbónica se secesionaron bajo la dictadura de Fernando VII casi toda América, bajo sus herderos lo que quedaba y lo que había en Asía y bajo Franco la provincia del Sahara.  ¿Por qué no restaurar una nueva nación de naciones?
Claro que ningún rey europeo quiso ser el último, pero lo fueron todos salvo seis. El progreso del sentimiento democrático es imparable.Nadie en sus cabales quisiera pasar a la historia con ese baldón”; pasaron Isabel II y Alfonso XIII.  Los otros alteraron la historia con violencia; atropellando la voluntad de los ciudadanos; prohibieron elegir al pueblo. Ellos dinamitaron esa situación inestable en la que viven al atropella la libertad del ciudadano.
Si España dependiera de los españoles todo sería más fácil. No se quiere que los españoles, no solo los catalanes, elijamos lo que se nos prohibió elegir: la democracia republicana. En ella Felipe Vi podría presentar su candidatura a Jefe del Estado por 4 años ¡y sería muy probable que fuera elegido!; y si lo hacía bien reelegido una y otra vez. Pero Felipe VI odia la democracia. La Jefatura del Estado es su derecho, no el nuestro; no acepta que se la demos los españoles. Prefiere ser un dictador monárquico y sonar una eternidad imposible, Su reinado dictatorial tiene los pies de barro ¡como todos!
Concluye Rupérez “El aniversario debería convertirse en una convocatoria para reafirmar lo que de verdad importa: la libertad. Y que nadie se engañe: su realidad está en la España entera. En ninguna otra parte. Porque no se trata de emitir un impotente quejido sino de decirse, con todas sus consecuencias, como Don Antonio Machado nos recomendaba, “hoy es siempre todavía”. Todo eso será verdad si se nos permite ser libres a la hora de elegir. Pero no conozco ninguna dictadura que lo haya permitido. Ésta tampoco
Felipe VI debería recordar la historia:
tras el golpe de Estado del General Elio sólo hubo dos Borbones: Fernando VII e Isabel II; luego el pueblo recuperó la libertad de elegir,
tras el golpe del General Martínez Campos hubo otros dos borbones: Alfonso XII y XIII;
luego el pueblo recuperó la libertad de elegir,

tras el golpe de Estado de. General Franco ya van dos borbones, Juan ´Carlos I y Felipe VI; ¿recuperará el pueblo la libertad de elegir o habrá un autogolpe como con Primo de Rivera? Yo no le recomiendo que ni lo intente.  A su tío le salió tan mal como a su bisabuelo.

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