En España media docena de descerebrados, dicho sea metafóricamente, están dispuestos a releer las leyes hasta casi leer lo que la ley no dice con tal de encontrar alguna forma de meter en la cárcel "¡con todas las de la ley, por supuesto!" a algunos adversarios políticos recuperando para ello actuaciones de hace años que pasaron desapercibidas por su nimia trascendencia cuando no eran adversarios políticos. ¿Acaso estamos volviendo a los delitos...